martes, 16 de junio de 2009

TODO ES MÁS SIMPLE CON FE Y HUMILDAD.

Durante la crucifixión a uno de los condenados a morir, que se encontraba junto a Jesús, le fue prometida la resurrección en el paraíso junto con Cristo. Fue "simple" reconoció que había pecado y merecía morir, y pidió misericordia a Jesús, reconociendole como Hijo de Dios. Hasta en el último momento Cristo da muestras de su amor y justicia con el malhechor arrepentido que declara su impotencia y pide misericordia, al cual nuevamente no le es negada. Esto contrasta con el dedo acusador y condenador de los hombres que si por ellos fuera solo los más hipócritas, religioso, e imitadores de la fe cristiana se salvarían. Menos mal que a Dios no se le engaña. Misericordia antes que juicio! Aquí os dejo el pasaje:

Lucas 23: 39-43

Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.


2 comentarios:

Kenson González dijo...

Dios es bueno y para siempre su misericordia. Pequeña y gran reflexion.
Bendiciones amiga mia y que Dios siga inspirando tu vida

Sana Doctrina dijo...

Gracias kenson! su misericordia es lo unico que nos queda. Dios te Bendiga!:)