jueves, 13 de mayo de 2010

EL ÁRBOL DE LA VIDA.


Gálatas 5:22-24 "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos".

El resultado del árbol de la vida dentro de nosotros es el vivir del cristiano. La conducta, y el comportamiento cristiano no debe ser una actuación religiosa, sino algo espiritual y poderoso.

En Ezequiel 36:27 Dios dice :"pondré dentro de vosotros mi Espíritu" y en Zacarías 4:6 "...no con ejército ni con fuerza si no con mi Espíritu".

Aquellos que poseen el Espíritu, no son de este mundo y tampoco se asemejan a él. Pronto deben alejarse de lo que no es de Dios y separarse porque las diferencias crean conflictos. El Espíritu de Dios no mora con el espíritu del mundo.

Cuando el mismo Espíritu de Dios viene a morar en nuestros cuerpos mortales nos otorga el poder de lo alto para vivir una verdadera vida cristiana.

1 Corintios 4: 2o "Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder".

Una de las primeras de las señales del Espíritu de Dios que mora en nosotros es el efecto vivificador. Por naturaleza estamos muertos a todas las cosas celestiales y espirituales pero cuando llega el Espíritu de Dios empezamos a vivir. Lo único que la vida en la carne producirá es corrupción y muerte, sólo el Espíritu Santo constituye la vida del corazón regenerado, cuando el Espíritu entra infunde vida y luz. No podemos obligar al hombre a comprender la verdad,por naturaleza está ciego, pero una vez que recibe al Espíritu y mora en él, abre los ojos y entiende.

Juan 16:8-11 "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado".

Jamás podrás vencer al pecado con tus propias fuerzas, ni mediante ninguna otra fortaleza que no sea el Espíritu Santo.

Romanos 8:3-8 "Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios".



3 comentarios:

raul dijo...

Hola Lydia, edificantes y verdaderos tus articulos, si me permites agregar algo, la posecion de la llenura del Espiritu en el capitulo 8 de Romanos, es a traves de la asimilacion de la provision de los capts. 4-6. No se si tengas la misma perspeccion.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sana Doctrina dijo...

Hola Raul, estoy deacuerdo con lo que has añadido y es importante,gracias! te mando un saludo, sigo pendiente de tu blog:)