SOMOS JUSTIFICADOS POR GRACIA

Como ser salvo.

La palabra GRACIA, se puede usar con dos sentidos.

en primer lugar, señala a las bendiciones gratuitas e inmerecidas que nos concede Dios.

En segundo lugar se puede usar para señalar al poder divino con el cual su amor compasivo obra dentro de nosotros.

La gracia no es solo un atributo de Dios, sino un poder de vida que obra en nosotros cada día y a cada hora,capacitándonos para hacer su voluntad.

Pablo habla en este texto de la bondad de Dios que aunque totalmente inmerecida, le hizo ser lo que era.El poder divino dentro de él lo capacitó para hacer la obra.

Aferremonos con firmeza a estas verdades cuando nos acerquemos al trono de la gracia.Dios nos recibirá y nos usará, y nos concederá su gracia, no según lo que merecemos ,sino según el gran amor que él nos tiene.Entonces seremos capaces de hacer lo que Dios quiere a cada momento del día.

<> haz que estas palabras sean tu lema.

Inclínate ante el trono de la gracia con la plena seguridad de lo que puede y hará su gracia por tí.

Tito 3:3

Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho. Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.