sábado, 20 de diciembre de 2008

CRISTO ALUMBRA LA SOMBRA

Las leyes dadas no son pocas en número, pues los Judíos dividen toda la ley de Moisés en seiscientos trece preceptos, unos afirmativos y otros negativos: los afirmativos, o que mandan, son doscientos cuarenta y ocho, según el número de los miembros del cuerpo humano. Los preceptos negativos, o que prohiben, componen trecientos sesenta y cinco, según el número de días del año solar. Estos preceptos, decía San Pedro hablando a los hebreos, "ni nuestros padres ni nosotros los pudimos soportar". Que gracia y que misericordia para el pueblo de Israel, habernos Cristo con su divina luz, alumbrado las sombras y declarado las figuras, y descubiertos los secretos y misterios de la ley. Y habernos manifestado la sabiduría divina, que estaba encerrada debajo de aquellos velos de tantas ceremonias y la suavidad celestial que está escondida debajo de aquella corteza de tantos mandamientos. Como dijo "Orígenes" todo Evangelio y ley es de interpretación espiritual y no a todos se les es dado por igual.
Hebreos 10:1 "porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros no la imagen misma de las cosas, nunca puede por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan"
Lucas 16 : 16 "La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él".
Gálatas 3:13 "Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición".
Cristo cumplió la ley para librarnos de ella. Distingamos lo que es ley de Moisés o ley moral de la ley perfecta o de la ley de la libertad.Santiago 1:25 "más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra".
Santiago 2: 8 " si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: amarás a tu prójimo como a mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis convictos"
Porque hemos de ser juzgados por la ley de la libertad, por la ley real, por la ley del amor inscrita por su Espíritu en nuestros corazones y ésto es superior a la ley moral , que aunque fue con gloria y escrita con el dedo de Dios en tablas de piedra, no tiene poder para librarnos del pecado.




3 comentarios:

yhnn dijo...

Hola Lydia,gracias a Dios por tí y por ese trabajo que haces inspirado por el Espíritu Santo y porque eres obediente al llamado.Soy muy bendecida.
Esta es la grandeza de la gracia de Dios,que no tenemos que hacer nada de nada para nuestra salvación.Consumado es.Jn.19.30.
Pero es duro para el hombre.La altivez tiene que ser derribada.Bendiciones

David López-Cepero dijo...

¡Que gran verdad! Me gusta mucho como lo explicas, y sobre todo, que es algo que los cristianos debieran saber, porque a veces viven (o hemos vivido) como si todas esas leyes aún fueran nuestra "salvación".

Con razón dijo Jesús a los entendidos de la época (juan 5:39): Escudriñad las escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna... ¡Creían que la vida eterna les vendría por cumplir con las leyes de las escrituras, e ignoraron a Aquel de quien daban testimonio esas mismas palabras!

Muy buen artículo. Saludos

Angel dijo...

Dios le bendiga tremendo blog,siga hacia adelante hermana.Cristo es nuestra paz.