domingo, 26 de abril de 2009

LA INSEGURIDAD, EL MIEDO Y EL AFAN QUE MALTRATAN AL HOMBRE.

La inseguridad, el miedo y el afán se originan por la tendencia carnal del hombre a buscar el reconocimiento, el agrado y la gloria del hombre en lugar de la de Dios.

Colosenses 3: 23-24 "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís".

El descanso y la paz que persigue el hombre, es aquella que le da su propio control sobre las situaciones que teme que se escapen de sus propias manos. La Paz que Dios nos da , no depende de nosotros y no está condicionada a las circunstancias que nos rodean.

Juan 14:27 "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo".

Dios en su palabra nos alienta y nos conforta, invitandonos a descansar en El, y a dejar todo en sus manos para que sólo de esta manera podamos descansar de la presión constante a la que nos sometemos, cuando tratamos de buscar la paz efímera y engañosa que el mundo nos da.

Juan 16: 23-24 "En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido".

Los resultados de hacer la voluntad de Dios en el Espíritu, con un corazón y mente renovados, y de buscar exclusivamente su gloria, serán la verdadera Paz y descanso que Dios nos regala para que gobierne nuestras vidas, y podamos ser testigos directos del poder de Dios y su capacidad para liberarnos de la esclavitud a la que estamos sometidos.

Isaias 32:17 "Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre".

Por lo tanto la confianza ha de estar puesta en Dios ahora y siempre:

Salmo 118:6-9
Jehová está conmigo; no temeré
Lo que me pueda hacer el hombre.
Jehová está conmigo entre los que me ayudan;
Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
Mejor es confiar en Jehová
Que confiar en el hombre.
Mejor es confiar en Jehová
Que confiar en príncipes.



4 comentarios:

Kenson González dijo...

Muy cierto. Dios nos otorga esa paz que sobrepasa todo entendimiento y es tan necesario hoy en dia en este mundo ajetreado.
El contenido de este blog sera de gran edificación para mi vida. Bendiciones.

Sana Doctrina dijo...

Hola Kenson, bienvenido y gracias por tu comentario, este último post lo escribí debido a que en ocasiones nos afanamos mucho e intentamos controlar nuestro futuro en lugar de dejarlo en manos de Dios, me alegro este blog te este edificando, estamos en contacto. Bendiciones.:)

David López-Cepero dijo...

Y es verdad lo que dices, Lydia. Las personas tenemos la tendencia a entenderlo todo (lo que no es malo) solo que hay cosas que son tan GRANDES, que no caben enteras en nuestra mente, y por eso creo que es posible recibir cuando confiamos esa magnífica paz, que exede lo que somos capaces de entender, o razonar.

Bienvenida sea esa paz, fruto del Espíritu Santo, y de Su Presencia morando en corazones que le dejan actuar en plenitud de fe y confianza.

Hermosas palabras. Saludos

Sana Doctrina dijo...

Hola peregrino! me alegra mucho verte de nuevo por aquí, es así, la Paz de Dios sobrepasa todo entendimiento, y nos rescata de nuestras muchas preocupaciones que nos "maltratan" y nos llevan por donde quieren a merced del engaño producto de una mente no renovada, Saludos y que Dios te bendiga!!!