miércoles, 9 de diciembre de 2009

EN QUÉ DEBE DESCANSAR NUESTRA FE.

1Juan 1:7
"pero si andamos en luz, como El está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado"
Los cristianos debemos vivir continuamente en la presencia de Dios. En el poder de la preciosa Sangre de Cristo, podemos gozar de una conciencia libre de culpa y acercarnos confiadamente a Dios.
Hebreos 10:22
"acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura".
Por la Sangre de Cristo nuestra conciencia es librada de todo sentimiento de culpa y podemos vencer todas las acusaciones de Satanás. La Sangre es nuestra arma, con la que nunca seremos derrotados y por ella podemos vivir en la presencia de Dios día tras día.
Juan 19:34
"pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua"
Dos sustancias salieron del costado abierto del Señor, la Sangre de Cristo, que representa la vida de Cristo y el agua viva, que sale de su costado y es símbolo del Espíritu Santo, esta última, imparte vida y acaba con la muerte para que lo mortal sea absorbido por la vida.
ESTA DEBE SER NUESTRA FE.
Romanos 8:2
"porque la ley del Espíritu de vida me ha librado de la ley del pecado y de la muerte"
Romanos 7:23
"pero veo otra ley en mis miembros que se revela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros"
En conclusión, estar en la presencia de Dios, implica tener fe en su Sangre, y no en lo que dicta nuestra mente que se halla bajo el conocimiento del bien y del mal, es abandonar nuestros propios argumentos, y mala conciencia y reposar y confiar en Dios y en su ley, escrita en nuestros corazones a través del amor que Dios ha derramado en nosotros por el Espíritu Santo.(Jeremías 31:33)
Romanos 5:5
"porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado"

1 comentario:

Rafael dijo...

Excelentes versículos. Qué rica es la Palabra, llena de Cristo. Esta entrada está llena de luz, hermana, gracias por compartirla, para nuestra edificación. He sido muy alentado y refrescado esta mañana.
Orar este versículo es grandemente beneficioso y rico. Hay tanta vida y luz en Él. Hemos de aplicar la Palabra a nuestra experiencia orando al Señor en nuestro espíritu mientras leemos. Así la Palabra será nuestro pan del cielo. En verdadera luz podremos ver. Los muchos velos caerán de nuestros ojos y podremos decir como Job: "Ahora mis ojos te ven".
En este caso nuestro acercamiento al Señor será no sólo seguro y confiable, sino pleno de gracia, disfrute y de la vida divina y podremos decir, en comunión con Pablo: "Ya no vivo yo..."
Entonces la sangre y el agua que fluyeron del Señor por nuestra causa serán aplicados a nosotros en nuestra experiencia, y al decir: ¡Oh, Señor Jesús! Te amo... nos veremos inundados de "agua de vida que salta para vida eterna". Habrá un gran cambio en nosotros y tendremos un derramamiento del Espíritu que nos ha llenado interiormente y la ley del pecado en nuestros miembros no tendrá poder alguno sobre nosotros y seremos, en la práctica, en Cristo, y para verguenza del enemigo, "más que vencedores en Aquel que nos amó".