martes, 18 de mayo de 2010

COMO EXTRANJEROS Y PEREGRINOS.



Jesucristo quiso vivir sobre la tierra y en medio del mundo para enseñarnos como debemos nosotros vivir en él. Debemos, a su ejemplo, ocuparnos únicamente en los negocios de nuestro padre celestial, no buscando sino su gloria, la santificación de nuestra alma y el reino de Dios. Este es el objeto al que deben dirigirse todos nuestros deseos, todos nuestro designios, y todas nuestras empresas en cualquier estado que nos hallemos.

Para esto es necesario estar en el mundo sin ser del mundo, es decir; sin apegarnos a él, y sin conformarnos jamás con él. Es necesario vivir como peregrinos sobre la tierra, separarse de tiempo en tiempo del tumulto de los negocios, y retirarse para dedicarse a la oración y examinar el estado de su alma: mirarse en medio del mundo como en un país enemigo, en donde es necesario estar en continua vigilancia, si no queremos ser sorprendidos, donde es necesario pelear incesantemente y caminar siempre como un camino muy oscuro y resvaladizo. Rodeado por todas partes de precipicios, sabiendo que estamos sentados en los lugares celestiales y estar en el mundo como de paso; tenernos por felices cuando el mundo nos aborrece y nos persigue; en fin, llevar la Cruz todos los días y renunciar a sí mismo continuamente y vivir en el medio del mundo como Él ha vivido.

2 comentarios:

Anet del Valle dijo...

Hola:
Leyendo tu nueva entrada he recordado Mateo 6:33 que dice: Mas buscad primeramente Su reino y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Cuando nos dejamos atrapar y entretener por Todo lo que no es Dios y Su justicia perdemos de vista nuestra posición en Cristo y caemos desde los lugares celestiales a la vida terrenal que nos agobia y carga. Perdemos doblemente, perdemos el reino de Dios y Su justicia y "todas las cosas que El Señor promete añadirnos"
Señor enséñanos a permanecer en ti, queremos seguirte a Ti y a Tu justicia, amén.

Sana Doctrina dijo...

MUY BUEN PASAJE ANET!! DEBEMOS MANTENERNOS EN PIE Y NO PERDER LA POSICIÓN. AMEN.