lunes, 17 de mayo de 2010

DE MUERTE A VIDA



1 Pedro 2:24

"quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados"

El sufrimiento de Jesús tiene valor sacrificial: la Cruz o madero es el altar en donde se " sube" la víctima, una víctima de expiación (forma de satisfacción por la culpa del pecado en la que el culpable queda absuelto al cargar con su pena) por nuestros "pecados". Su eficacia no es meramente legal, si no que puede operar en el hombre una radical transformación, que consiste en pasar de muerte a resurrección: salir totalmente del régimen y dominio del pecado, para comenzar una nueva vida.

Romanos 6:2-11 " En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro".

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