martes, 4 de noviembre de 2008

La Cruz, y la completa destrucción del hombre

























Isaías 53:6-7

"Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca"

Jesucristo fue ofrecido en entera sumisión a las órdenes de su Padre, no fue arrastrado al altar ni llevado con violencia, no abrió la boca para quejarse de los malos tratos que le hicieron padecer, respetó en todo la justicia de su Padre y le rindió homenaje, inmolándose para satisfacerla.
En fin, cuando llegó al calvario se dejo clavar en la Cruz sin resistencia:
Hebreos 5:7-9
" Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. "



Y muere finalmente en paz profunda por exceso de sus dolores y de su amor.
El propósito de Jesucristo sacrificándose por nosotros ha sido, no sólo hacernos conocer la gravedad de nuestros pecados, y el amor que nos tenía, si no hacernos ver que la vida de un cristiano, debe ser un sacrificio continuo por la mortificación de nuestras pasiones, y por la práctica de todas las virtudes cristianas, hasta que sea consumado por la muerte que debe padecer.

2Corintios 4:11-12

"porque nosotros que vivimos siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal de manera que la muerte actúen en nosotros y en vosotros la vida"

La Santa Escritura nos enseña esta verdad:
Pedro 2:4-5

"Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo"

Nosotros somos sacerdotes con Jesucristo por la unión con El,no para ofrecer animales,como los de la ley antigua, sino para ofrecernos a nosotros mismos espiritualmente, santificados por Jesucristo, y justificados por la fe en su sangre, por gracia, y revestidos de su sangre como escudo de justicia,caminando hacia un vida eterna que nunca podrá ser arrebatada.

¿Cómo debe ser nuestro sacrificio?.

1)Entero




2)Continuo

La soberanía de Dios exige el anonadamiento y destrucción de todo lo que somos, lo que se hace en la hora de la muerte, para heredar una nueva vida que es la de Cristo.







No hay comentarios: