miércoles, 31 de diciembre de 2008

CAMINANDO HACIA LA LIBERTAD




















Cuando el pecado y las pasiones dominan en un alma, hacen esclavos al espíritu y al corazón. Aquel que comete el pecado, dice Jesucristo, es esclavo del pecado. Juan 8:34.
Nuestro divino Redentor disipa las
tinieblas de nuestro espíritu, iluminándolo con su verdad: vosotros conoceréis la verdad, dice el Señor, y la verdad os hará libres.
Quita de nuestro corazón el amor desordenado de nosotros mismos y de las criaturas, difundiendo su GRACIA Y AMOR en nuestros corazones por el Espíritu Santo. Esta ley del Espíritu de vida que está en Cristo, es quien nos liberta de la ley y el pecado.Romanos 8:2.
El Espíritu del Señor haciéndose dueño de nuestro Espíritu y de nuestro corazón destierra el Espíritu del mundo, y sujeta nuestras pasiones a la gracia; porque donde está el Espíritu del Señor allí está la verdadera libertad 2corintios 3: 17.
¿cómo nos ha sacado Cristo de la servidumbre de la ley?
la ley antigua, como enseña Pablo, hacía esclavos figurados por los hijos de Agar, que era esclava. Cristo ha venido a libertarnos de esta ley de temor; ley penosa, cargada de preceptos y de ceremonias para liberarnos de toda la ley y cuando dice toda, incluye también la llamada ley moral.Gálatas 5: 3 y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida que esta obligado a guardar toda la ley. (toda incluye ley ceremonial y ley moral).
Para sujetarnos a la ley NUEVA, ley de amor, ley perfecta, ley de la libertad, ley real. (Santiago 1:25, Santiago 2:8, Santiago 2:12.), que forma hijos, y que cuyos preceptos están incluidos en el AMOR (SU VIDA).
El apóstol nos manifiesta todo ésto de un modo muy claro en su epístola a los de galacia.Nos dice, que habiéndose cumplido el tiempo, envió Dios a su Hijo formado de una mujer; y este Dios hecho hombre; se sujeto a la ley para rescatar a los que estaban bajo la ley y hacernos sus hijos adoptivos Gálatas 4: 4.
Adopción que obra en nosotros el Espíritu de Cristo. Este Espíritu y no el nuestro nos hace amar a nuestro Padre y hará que cumplamos sus mandamientos.¿Cómo nos libra Jesucristo del temor de la muerte? El apóstol, nos enseña esta verdad cuando dice: Jesucristo ha participado de nuestra naturaleza para destruir por su muerte al príncipe de la muerte, al príncipe de la muerte, esto es, al Diablo; y para poner EN LIBERTAD A LOS QUE EL TEMOR TENÍA EN UNA CONTINUA SERVIDUMBRE MIENTRAS DURABA SU VIDA. Hebreos 2: 14-15
Sabemos que la muerte es de temer para aquellos que viven en el pecado, pero no para aquellos en los que Cristo es nuestra vida. Después que murió Cristo desaparecieron todos los horrores de la muerte.

2 comentarios:

David López-Cepero dijo...

Hermoso artículo, me gusta como enfocas esta realidad tan necesaria y a la vez olvidada en la predicación de "grandes siervos".

El miedo a la muerte me inquietaba desde mi adolescencia, y fue justo lo que me impulsó para darle a Dios la oportunidad de si era real o no, de permitirle al Espíritu Santo que hiciera algo en mí para entregarle mi vida... Y lo hizo.

Gracias a eso, ya no temo a la muerte de mi cuerpo, porque Paz es mi destino.

Saludos, amiga

Sana Doctrina dijo...

Gracias amigo!!pues me alegro de que te haya gustado,si tenemos claro que la Paz es el destino del cristiano, veremos como pruebas todo aquello que nos la puede quitar,y por lo tanto nos veremos en la necesidad de acudir a Dios para superar dichas pruebas, un saludo!!!